En los próximos meses, Google comenzará a redirigir el tráfico de sus dominios locales (como google.es, google.ar o google.com.mx) hacia el omnipresente google.com. No, no es el fin del mundo. Pero si trabajas con SEO internacional o sigues de cerca los datos de tráfico, más vale que te prepares. Esto no es una catástrofe, pero sí un cambio estructural que impactará la forma en la que interpretamos, configuramos y analizamos nuestras estrategias. Aquí va una guía para mantener el control sin perder la brújula.
Este análisis amplía la información presentada en la publicación original sobre la redirección de los dominios locales hacia google.com. Ahora, vamos al grano operativo.
¿Qué está cambiando exactamente?
Google dejará de usar los dominios locales (ccTLD) como indicadores principales de localización geográfica. A partir de ahora, google.com será el dominio por defecto en todos los países, mientras que la localización del usuario se determinará por otros factores más precisos como la IP, la configuración del navegador o el historial de búsqueda. Esta decisión busca estandarizar la experiencia global, reducir la carga técnica y simplificar la infraestructura del buscador.
Esto no significa que desaparezcan los resultados locales, pero sí que el el dominio que ves en la barra del navegador dejará de tener relevancia como señal de segmentación geográfica. Si te apoyabas en ello para seguimiento, personalización o scraping… es momento de reorganizar tu caja de herramientas.
¿Qué implicaciones reales tiene para el SEO?
- El tráfico desde todos los países llegará con el mismo referente: google.com. Olvídate de usar el ccTLD para segmentar por origen.
- Algunos scripts, extensiones y herramientas que dependen del dominio local podrían dejar de funcionar correctamente.
- El posicionamiento seguirá siendo local, pero la percepción del usuario podría cambiar al ver una URL “global”.
- La configuración de navegadores o motores de búsqueda internos que apuntaban a google.fr o google.es deberá actualizarse.
Este cambio también confirma una tendencia más amplia: el peso del servidor, el dominio y otros elementos “fijos” está siendo reemplazado por señales dinámicas, contextuales y centradas en el usuario.
¿Qué ajustes conviene revisar ahora?
La mayoría de estas acciones no son nuevas ni urgentes por el cambio de Google. Son buenas prácticas que ya deberías tener implementadas si trabajas con SEO internacional. Lo que hace este anuncio es recordarte (con un empujón suave, pero firme) que es momento de revisar lo que dabas por sentado. Aquí el único ajuste directamente vinculado al cambio es el de los enlaces a dominios locales de Google.
- Revisa tus etiquetas hreflang. Si trabajas con versiones multilingües o multirregionales, asegúrate de que están bien implementadas. Google puede “intuir”, pero no siempre acierta.
- Refuerza tus señales de localización. Dirección física, teléfono, moneda, idioma del contenido, estructura de URL… todo debe dejar claro dónde estás y a quién te diriges.
- Utiliza correctamente Google Search Console. Aunque desde hace años no se puede configurar el targeting geográfico manualmente, vale la pena revisar que la estructura y segmentación de tu sitio estén alineadas con las señales de localización que Google sí interpreta.
- Cuidado con las redirecciones por IP. No son recomendables, de hecho debería ser ilegal. Mejor opta por subdirectorios, subdominios o dominios específicos por país o idioma.
- Actualiza los enlaces internos hacia Google. Este sí es un ajuste directamente vinculado al cambio: si tienes enlaces a motores de búsqueda internos con ccTLD (como google.de), cámbialos a google.com.
- Optimiza tus datos estructurados. Asegúrate de incluir atributos de localización como país, ciudad, región o idioma en tu marcado de datos.
- Verifica las canonicales. En proyectos multirregionales, mal configurar las etiquetas canonical puede romper tu estrategia internacional sin que lo notes.
Qué pasa con los datos y las herramientas
- Google Analytics: el dominio referente ya no dirá nada sobre la localización del usuario. Tendrás que usar la IP, el idioma del navegador u otros parámetros personalizados.
- Google Search Console: los informes deberían seguir desglosando el rendimiento por región según la ubicación del usuario.
- Rank trackers: si usabas ccTLDs para simular búsquedas locales, revisa la configuración. Algunos ya permiten establecer la localización geográfica directamente sobre google.com.
Es una oportunidad para auditar tus configuraciones y asegurarte de que tus herramientas están a la altura del cambio. Lo que antes era obvio (el dominio) ahora requerirá atención extra.
¿Y si no hago nada?
Si ya tienes implementadas las buenas prácticas mencionadas arriba, es probable que no notes ningún cambio importante. Tu posicionamiento no se verá afectado y los resultados seguirán siendo localizados. Eso sí, si dependías del ccTLD para análisis, seguimiento o scraping, entonces sí hay ajustes que revisar.
Esto no es una crisis. Es una señal más del camino que está tomando Google: menos estructura fija, más señales contextuales. Y como siempre, quien lo entiende primero, ajusta con calma y sigue avanzando.
Este no es un cambio que destruya tu estrategia, pero sí un recordatorio de que los fundamentos del SEO están en movimiento constante. Lo importante sigue siendo lo de siempre: contenido relevante, intención de búsqueda clara, estructura sólida y localización bien definida.
Si hay algo que aprender de este anuncio, es que Google prioriza cada vez más los comportamientos y señales en tiempo real sobre las estructuras estáticas. Quien se adapte rápido, gana tiempo, precisión y tranquilidad. No esperes a que se rompa todo para darte cuenta.