Google confirma que el SEO de siempre también sirve para los AI Overviews

No necesitas un nuevo SEO para aparecer en los AI Overviews. Necesitas haber hecho el SEO correcto desde el principio.

Cuando el cliente cree en siglas y no en resultados

Hace unos días perdí a dos clientes. No por un error. No por resultados. No por falta de estrategia.
Los perdí porque alguien, en alguna agencia que nadie conoce, soltó con acento de autoridad:

“GEO es el nuevo SEO.”

Y con esa frase, digna de un keynote en una convención de vendedores de aspiradores, se llevaron su presupuesto a otra parte.
Quisieron especialistas en GEO. Me preguntaron si teníamos uno. Les dije que sí, se llamaba “SEO”, pero que también sabía usar su cerebro. No les gustó.

Lo irónico es que yo ya había intentado advertirles: que AI Overviews no era otra cosa que Google pintándose la cara con IA; que todo seguía basado en el mismo índice, el mismo rastreo, la misma lógica.
Pero no querían razones. Querían siglas nuevas.
Y cuando un cliente se enamora de una sigla a la moda, no hay ranking que lo convenza.

Hasta que llega alguien de Google. Hoy fue Gary Illyes, en el Search Central Deep Dive, quien dijo lo que muchos sabíamos pero pocos querían escuchar:

“AI Overviews use the same ranking systems as regular Search.”

Traducción libre: no hay GEO.
Hay SEO.
El de siempre. El que funciona. El que nunca supiste explicar bien porque era demasiado aburrido para tu pitch.

Los AI Overviews no son el futuro del SEO. Son su espejo.

Google no se transformó en una IA generativa. Google se convirtió en un espejo semántico: no inventa lo que dice, solo refleja lo que ya reconocía como válido. Los AI Overviews no son un nuevo algoritmo. Son una nueva puesta en escena. Y la mayoría del público sigue confundiendo iluminación con guion.

El resumen que aparece encima del primer resultado no es una epifanía algorítmica. Es una simple reescritura estadística, basada en los mismos documentos, enlaces y señales de autoridad que Google ya tenía en su índice. No hay un motor paralelo. No hay un formula mágica. Hay una capa más de presentación (una más peligrosa, sí, pero no más compleja).

Y sin embargo, el mundo del SEO reaccionó como si estuviéramos ante el nacimiento de un nuevo oráculo. Se lanzaron cursos, consultorías GEO, artículos de “cómo posicionar en AI Overviews” con fórmulas recicladas, y hasta herramientas para simular qué diría Google sobre ti si fueses digno de ser citado.

¿El problema? Que en todo ese teatro no hay escenario nuevo. Solo luces nuevas.
Y si tu sitio era invisible antes, ahora será invisible con fondo blanco y un ícono de IA encima.

Lo dijo Illyes sin maquillaje, y sin anestesia para los vendehumo:

“We’re using the same crawling and indexing for both.”

Lo que sea que estés intentando “optimizar para GEO”, ya estaba ahí. Solo que se llama SEO.

Google se volvió un notario, no un profeta

La mayoría piensa que los AI Overviews son una especie de clarividencia algorítmica.
Como si Google hubiese aprendido a leer entre líneas, a adivinar intenciones, a generar síntesis sabias de contenido no existente. Pero lo que hace en realidad es más frío y más humillante: certifica lo ya sabido.

Google hoy no crea, no interpreta, no inventa. Google ratifica.
Actúa como un notario digital: recopila fuentes previamente validadas, examina su peso semántico, y redacta un resumen que no explica el mundo… solo lo reordena.

Y ese resumen, llamado AI Overview, no se genera a partir de lo más relevante, sino de lo más citado, lo más mencionado, lo más estructurado. Es una burocracia del contenido, no una genialidad de IA.
No hay inspiración, ni magia, ni creatividad vectorial. Solo hay rastreo, evaluación y reescritura.
Y si no estás ahí, no es porque no entiendan tu mensaje. Es porque nunca les diste un motivo para certificarlo.

No basta con tener un sitio web. Necesitas que el notario digital te tome en serio.
Y para eso, siguen sirviendo las mismas herramientas de siempre: contenido bien escrito, estructuras técnicas limpias, enlaces legítimos, menciones confiables.

¿GEO? No.
SEO con matrícula notarial.

La industria del SEO y su adicción al naming vacío

Cada seis meses, el SEO se reinventa a sí mismo para no tener que confrontar su propia irrelevancia.
Y lo hace con la disciplina de un adicto funcional: cambia el nombre de lo que ya hacía, empaqueta la misma estrategia en un PDF nuevo, y lanza una landing con diseño agresivo y promesas recicladas.

Así nació el “GEO”, como antes nació el “E-E-A-T”, como antes nació el “SXO”, como antes nacieron los core vitals, los snippets, los rich results y el resto del alfabeto esotérico que usamos para que el cliente no note que lo que hicimos fue mejorar sus H2.

Hay un sesgo cognitivo brutal en juego: la neomanía semántica.
Nos seduce lo nuevo, no porque sea mejor, sino porque nos libera del peso de justificar lo viejo. Cambiar el nombre a una técnica es más fácil que reconocer que nunca se implementó bien.
Decir “hay que hacer GEO” suena moderno, dinámico, urgente.
Decir “tu sitio sigue sin autoridad” suena viejo, incómodo, cierto.

Y en esa neomanía, muchos terminan rehaciendo mal lo que nunca hicieron bien.
Redactan para la IA lo que ni los humanos quieren leer. Optimizaron su entidad de marca sin tener una marca. Implementaron LLMs.txt que Google no usa.
Pero vendieron servicios.
Y eso es lo único que parece importar.

¿Y si no apareces en los AI Overviews?

La industria entera está obsesionada con cómo aparecer en los AI Overviews.
Pero la pregunta más incómoda (la que nadie quiere formular en voz alta) es otra:
¿Qué dice de ti el hecho de que no aparezcas?

Porque el AI Overview, con toda su envoltura tecnológica, no es más que un espejo vectorial de tu presencia en el grafo semántico de Google. No inventa nada. No te da una oportunidad nueva.
Solo te muestra si ya habías hecho lo necesario para ser citado.

Yo haría otra pregunta:

¿Porque mereces aparecer?

No estás ahí, no porque no entiendan tu contenido, sino porque tu contenido no importa.
Porque nadie lo enlaza.
Porque nadie lo menciona.
Porque tu marca, en el mejor de los casos, es una ocurrencia tardía en un Excel sin backlinks.

Y eso duele.
Duele porque no hay truco nuevo que lo arregle. No hay plugin, no hay redirección, no hay estructura de cluster que sustituya la ausencia de autoridad.

El AI Overview no excluye: descarta.
Descarta lo redundante. Lo débil. Lo irrelevante.
Y si tú no estás, no es porque la IA se equivocó.
Es porque Google aprendió a ignorarte con mayor eficiencia.

La IA no inventa tu autoridad. Solo la certifica.

Google no te va a descubrir. No va a tener un momento eureka contigo.
Si no estás en los AI Overviews, no es porque no te encontró, es porque te encontró y decidió que no valías la pena.

La IA no va a rescatar tu sitio mediocre. No va a reescribir lo que no está dicho. No va a inventarte una reputación.
Lo único que hace es notar (con una frialdad casi patológica) que otros hablaron mejor, más veces y con más enlaces.
Y entonces los cita a ellos.

En 2025, Google no es un motor de búsqueda, ni una IA generativa, ni un oráculo de prompts.
Es un notario digital.
Un burócrata semántico que firma lo que ya fue validado.
Y si no estás en el acta, no es porque llegó tarde. Es porque nunca llevaste tus papeles.

Así que la próxima vez que te digan que el SEO ha muerto, no preguntes qué hay de nuevo.
Pregunta qué parte del SEO de siempre nunca hiciste bien.
Y si no tienes respuesta, no te preocupes.
Google ya la tiene.