Los 7 sesgos cognitivos a combatir para ser más eficaz en SEO

El SEO es un área en la que a menudo hay que tomar decisiones y, en este caso, el cerebro puede verse influenciado por sesgos cognitivos que no siempre son positivos. Te voy a hablar de 7 comportamientos que pueden llevarnos a tomar decisiones que no son las mejores para avanzar. Y algunas pistas para corregir lo que a menudo pueden parecer defectos…

En todas las decisiones que tomamos en nuestra vida diaria, nuestro cerebro se basa principalmente en dos cosas: nuestra razón y nuestras emociones.

Generalmente, se contraponen ambas cosas diciendo que es mejor dejar de lado nuestras emociones para tomar “la decisión correcta”. Por ejemplo, es más habitual observar a un candidato a bachillerato insistir en sus temores ante el examen y su aprensión ante el resultado, en lugar de decirse a sí mismo que es simplemente un paso esencial y obligatorio en su vida si quiere tener éxito en su carrera profesional.

El problema es que seguimos utilizando nuestra razón, pero los sesgos cognitivos pueden engañar a nuestro cerebro y al razonamiento lógico. Entonces, en un entorno SEO, ¿cuáles son los principales sesgos cognitivos que pueden engañarnos? ¿Cómo los combatimos?

Empecemos por el principio para obtener una respuesta a estas preguntas…

¿Qué es un sesgo cognitivo?

A veces inconsciente, el sesgo cognitivo es una distorsión de nuestro razonamiento lógico y racional habitual. Es un error de apreciación producido por el cerebro. Hace que una persona establezca prejuicios, simplifique una situación o dé importancia a algo de forma irracional.

En un contexto de toma de decisiones, especialmente si la elección es complicada y hay que hacerla rápidamente, se produce una especie de cortocircuito mental y nuestro cerebro toma el camino más corto, sin importarle la complejidad de la situación. De hecho, el cerebro deja de lado el pensamiento analítico y opta por una respuesta intuitiva.

Se cree que estos sesgos tienen su origen en el hombre prehistórico, lo que permitía a nuestros antepasados evitar quedarse atrapados en una situación hostil y tomar una decisión rápida.

Hoy en día, en nuestra vida cotidiana, decenas de sesgos cognitivos se mezclan con nuestro razonamiento, lo que nos hace un gran daño en la mayoría de los casos.

¿Qué tiene que ver el sesgo cognitivo con el SEO?

Si tomamos en cuenta que el SEO no es una ciencia exacta (recordamos que muchos profesionales consideran que ni siquiera los ingenieros de Google entienden del todo el algoritmo), tendremos que usar nuestro razonamiento para adivinar en qué criterios SEO apoyarnos, cuándo, con qué énfasis y durante cuánto tiempo.

Para tomar estas decisiones, tendrás que sopesar los pros y los contras, utilizar tu experiencia y tu razonamiento. Aquí es donde entran los famosos sesgos cognitivos.

Por ello, te propongo analizar algunos de estos sesgos y establecer un paralelismo con situaciones concretas a las que puedes enfrentarte cuando estás trabajando en el SEO de un sitio web.

Sesgo n°1: La ilusión de la correlación

La ilusión de correlación consiste en percibir una relación entre dos eventos no relacionados, o exagerar una relación que en realidad es poco importante.

– Oye, mira mi bonita curva de tráfico como sube, ¡te dije que era importante hacer una estrategia de SXO!

– “Sí, ¿pero sabes que hubo una actualización del algoritmo de Google justo cuando tu curva comienza a subir?”

– “Ah, no…”

El SEO no es complicado, sino complejo. Varios cientos de factores influyen en el algoritmo y no hay que sacar conclusiones precipitadas.

Este sesgo puede compararse con una paradoja muy interesante: la paradoja de Simpson. Esta paradoja alerta sobre la necesidad de tener en cuenta todas las variables de una situación. Y si, la causalidad no significa necesariamente correlación… Una tasa de rebote alta no significa que tu contenido sea pobre.

la paradoja de simpson

Sesgo n°2: El sesgo de representatividad

El sesgo de representatividad es un atajo mental que consiste en emitir un juicio basado en unos pocos elementos que no son necesariamente representativos. Se tienen en cuenta elementos aislados, cuando no son en absoluto representativos de la situación.

Este sesgo es, en mi opinión, especialmente interesante en el SEO porque nuestro trabajo no es sólo conocer los factores que influyen en el algoritmo, sino sobre todo, ¡saber en qué proporciones influyen en el algoritmo!

Conocemos los 3 pilares del SEO: Técnica – Contenido – Popularidad. Imagina que estás en la 3ª posición en una palabra clave muy competitiva. Ya mejoraste la malla interna del sitio, añadiste texto, imágenes y un vídeo… ¡pero nada se mueve!

Ah, ese Google está empezando a @&#$arme”. ¡🤭 !

Sí, pero ¿apretaste el botón correcto? Todas estas acciones pueden haber sido benéficas, pero cuando estamos en la tercera posición, ¿deberíamos trabajar en los mismos factores que cuando estamos en la posición 34? No estoy tan seguro… 😉. En el Top 10, el netlinking especialmente se vuelve mucho más importante…

Sesgo n°3: El sesgo del costo hundido

El sesgo de los costes hundidos lleva a una persona a considerar los costes ya realizados en una decisión, cuando esto no debería pesar necesariamente en su decisión.

He aquí un pequeño ejemplo: decides implementar una serie de acciones en el sitio web de un cliente con un gran presupuesto: escribes cientos de textos, optimizas los factores técnicos a la perfección, todo eso por varios miles de dólares.

Tus contenidos empiezan a posicionarse, pero te das cuenta de que el sitio carece de popularidad.

Entonces asesoras al cliente para que ponga en marcha una estrategia de adquisición de enlaces. Pero entonces… el desastre. El cliente se niega, alegando que ya ha puesto mucho dinero sobre la mesa. Este es el coste hundido.

El dinero ya gastado no podrá resucitar de entre los muertos. El cliente que ya ha recorrido el 80% del camino no quiere poner un centavo más, cuando con un poco de gasto extra seguramente habría logrado muy buenos resultados y alcanzado el 20% que le falta, lo que podría haberlo llevado a la primera posición.

Sesgo n°4: La percepción selectiva

Este sesgo cognitivo nos obliga a interpretar selectivamente la información en función de nuestra propia experiencia.

Lanzaste un sitio de comercio electrónico de nicho que tiene éxito gracias a una estrategia bien pensada. Tu sitio tiene varias palabras clave posicionadas en la primera posición y vende varios productos al día. ¡Bien hecho!

Así que decides crear otro sitio de comercio electrónico y aplicar exactamente la misma estrategia. Al fin y al cabo, si ha funcionado en el primer sitio, no hay razón para que no funcione en el segundo. Lanzas tu nueva web pero ahí… no hay resultados, ni ventas, ni palabras clave posicionadas en la primera página.

La base es la palabra clave, ¿verdad? Quizás el primer nicho era simplemente menos competitivo, quizás los factores SEO no eran los mismos. Así que ten cuidado, ¡tu experiencia a veces puede engañarte!

Sesgo n°5: El sesgo de disponibilidad

Este sesgo consiste en no buscar más información que la disponible de forma inmediata. Sólo te basas en lo que sabes (información en la memoria) y en lo que está inmediatamente disponible (una pequeña búsqueda en Google bastará…). ¡Un sesgo tan común en SEO, donde muchas agencias se quedan en la teoría y no prueban ellas mismas las estrategias que proponen a sus clientes!

el sesgo de disponibilidad

Hazte una sencilla pregunta: ¿es el algoritmo de Google el mismo hoy que hace 10 años? Obviamente no. Por eso es tan importante en SEO mantener una vigilancia constante, hacer pruebas regularmente e ir a la pesca de la información adecuada.

Como las cosas están en evolución perpetua, sobre todo en SEO, te aconsejo que primero cruces tus fuentes: qué dice Google sobre la calidad del contenido, qué dicen los profesionales del SEO, qué pienso yo, sobre todo yo… ¿Cuáles son los resultados de mis pruebas y mi experiencia en el tema?

En segundo lugar, recuerda que lo que es cierto hoy puede no serlo mañana o pasado mañana. Estar siempre alerta y ser proactivo.

Sesgo n°6: El sesgo de intencionalidad

Este sesgo consiste en percibir la acción de una voluntad o una decisión detrás de lo fortuito o accidental.

Puede que nos vea venir…

¿Utiliza Google los datos de su navegador Google Chrome para sacar conclusiones y hacer evolucionar su algoritmo?

¿Utiliza Google los datos de Google Analytics para conocer el comportamiento de los usuarios?

¿El descenso tipo Sand Box es el fruto de una decisión manual o algorítmica?

Todas estas son preguntas que, si fuéramos realmente honestos, deberíamos responder lógicamente: “No lo sé”.

Y, sin embargo, algunos consideran (con razón o no, no importa) que Google interviene manualmente en muchas más situaciones de las que creemos. ¿Mito o realidad? Juzga tú mismo, pero ten cuidado con los señuelos de nuestro cerebro.

Sesgo n°7: El Sesgo de confirmación

Se trata de la tendencia a validar tus propias opiniones con las autoridades que las confirman, y a rechazar de plano las autoridades que las refutan.

Tradicionalmente hay dos visiones del SEO:

  • la visión Black Hat: es indispensable saltarse las recomendaciones (directrices) de Google.
  • la visión White Hat: hay que seguir al pie de la letra las recomendaciones de Google.

Cuando dos conceptos entran en conflicto, tendemos a rechazar fácilmente y con demasiada rapidez la otra visión, sin presionar demasiado nuestro propio pensamiento.

De hecho, para tranquilizarnos (nuestro cerebro es muy bueno en esto), la mayoría de la gente ni siquiera tiene en cuenta las ideas de la otra parte, ya que está segura de que su opinión es la correcta.

Sin embargo, recurrir a un amplio abanico de ideas nos permite construir nuestra opinión de forma más sólida y construir un argumento con más vigor.

Si eres Black Hat, lee o relee con atención las recomendaciones de Google. Si eres White Hat, infórmate de las últimas técnicas para manipular el algoritmo. No cuesta nada y se gana siempre.

Conclusión

Como puedes ver, ¡nuestro cerebro nos juega malas pasadas todos los días! La toma de decisiones es un proceso cognitivo complejo que requiere que tengamos en cuenta varios factores.

El SEO es la prueba viviente de esta complejidad: un entorno que cambia rápidamente, cientos de factores a tener en cuenta, opiniones divergentes sobre muchos temas.

Quizá por eso algunos consideran que el SEO es un arte. No sabemos la verdad, pero podemos acercarnos mucho. Así que caza los prejuicios cognitivos, no tomes decisiones demasiado rápido, toma distancia de los sucesos y las noticias, y recuerda que la humildad y la duda son una fortaleza, ¡nunca una debilidad!

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