El arte de categorizar tus contenidos como un Pro (y no morir en el intento de ordenar tu sitio web)

Imagínate entrar a una tienda donde todo está tirado por el suelo: ropa mezclada con electrodomésticos, libros encima de la nevera y una sartén entre los calcetines. ¿Confuso? ¿Frustrante? Pues esa es la misma sensación que tienen tus usuarios cuando visitan tu sitio web y el contenido no está bien organizado. No importa si tienes los mejores artículos, guías o videos del mundo; si nadie puede encontrarlos, es como si no existieran.

Categorizar contenido no es solo un ejercicio de orden, es una estrategia para guiar a tus usuarios, mejorar tu SEO y, seamos honestos, para que dejes de parecer alguien que improvisó un blog en una noche de insomnio. Pero no te preocupes, aquí no vamos a hablar de organización aburrida ni a usar palabras como “eficiente” o “Marie Kondo”.

Vamos a explorar cuatro formas inteligentes (y espero divertidas) de categorizar tu contenido. Desde los amados clústeres o topics temáticos que son el deseo más inconfesable de Google, hasta segmentaciones por formato o niveles de conocimiento que harían feliz hasta a un perfeccionista. Con ejemplos reales, esta guía no solo será útil, sino también entretenida.

Porque organizar tu contenido no tiene que ser un castigo. De hecho, puede ser una oportunidad para darle una personalidad única a tu sitio web y si añades mi metodología de las 4 preguntas estarás del otro lado. Así que ajusta tu silla, prepárate un café y acompáme en esta aventura de ponerle orden a tu caos digital. ¡Vamos!

1. El cluster temático: Porque Google manda y nosotros seguimos el juego

Bienvenidos al fascinante universo de los clusters temáticos, donde nos alineamos a los caprichos de Google para ganar su favor. Esta estrategia se basa en una estructura simple pero poderosa: una página central (o “pilar”) rodeada de páginas complementarias (“clusters”) que exploran subtemas relacionados. Es como construir un castillo de contenido con un trono puesto en el medio. Claro, todo muy ideal… hasta que empieza la ejecución.

¿Por qué deberías considerarlo?

Google ama la organización y claridad. Los clusters temáticos ayudan al buscador a entender tu contenido como un todo cohesionado y profundo, lo que se traduce en un mejor posicionamiento en los resultados de búsqueda. Además, te permiten posicionarte como autoridad en tu sector, no solo para Google, sino también para tus usuarios. Y en el mundo del SEO, autoridad es sinónimo de visibilidad (y tráfico).

Cómo funciona (según el manual):

  1. Elige un tema central: Encuentra ese tema que conecta directamente con los intereses de tu audiencia y los objetivos de tu negocio. Algo tan esencial como el café para el lunes por la mañana.
  2. Crea tu página pilar: Esta será la pieza clave de tu estrategia. Una página que sirva de guía completa sobre el tema, enlazando internamente a contenido más específico.
  3. Desarrolla las páginas secundarias: Estas exploran en detalle subtemas o aspectos más específicos del tema principal. Piensa en ellas como capítulos en el gran libro que es tu sitio web.
  4. Conecta todo: Usa enlaces internos para crear una estructura lógica y fluida. La navegación y la interconexión son clave para que tanto Google como tus usuarios entiendan la relación entre los temas.

Ventajas de esta estrategia:

• SEO Friendly: Google aprecia las jerarquías claras y los temas bien conectados. Esto mejora la indexación y puede impulsar tus rankings.

• Mayor profundidad: Obliga a abordar tu tema de forma exhaustiva, cubriendo todas sus aristas.

• Mejor experiencia de usuario: Navegar por tu contenido será como recorrer una biblioteca bien organizada. Cada página llevará al usuario de manera intuitiva a la siguiente pieza relevante.

Pero… también tiene sus retos:

• Demanda de contenido: Requiere mucho trabajo inicial para producir y planificar un volumen significativo de contenido. Si no puedes comprometerte con esto, tu cluster quedará cojo.

• Mantenimiento constante: La página pilar no es algo que se publica y se olvida. Para mantenerse competitiva, necesita actualizaciones regulares y frescura.

• El riesgo del caos: Si te emocionas creando clusters sin una estrategia sólida, podrías acabar con una estructura confusa y poco útil, tanto para Google como para tus usuarios.

¿Es para ti?

El cluster temático es ideal para quienes buscan escalar su SEO a un nivel más estratégico y están dispuestos a invertir tiempo, esfuerzo y recursos. Si estás listo para comprometerte con la producción y mantenimiento de contenido relevante, esta puede ser tu arma secreta. Pero si prefieres estrategias más rápidas o menos demandantes, tal vez quieras explorar otras opciones antes de lanzarte.

Un cluster temático bien hecho no solo hace que Google te quiera más, sino que también ofrece un camino claro para que tus usuarios encuentren lo que buscan. Si estás dispuesto a seguir el juego de Google, esta puede ser tu jugada ganadora.

el blog de hubspot organiza su contenido mediante clústeres temáticos
El blog de HubSpot organiza su contenido mediante clústeres temáticos. Por ejemplo, tienen una página pilar sobre “Marketing de Contenidos” que enlaza a artículos más específicos relacionados con ese tema. Esta estructura mejora la navegación y optimiza el SEO al agrupar contenido relacionado bajo un tema central.

2. Categorización por formato: El buffet libre de contenidos

Si tu estrategia de contenidos fuera un restaurante, esta sería el buffet libre: cada formato en su lugar, listo para ser servido. Aquí no se trata de complicar las cosas con estructuras complejas, sino de clasificar tu contenido de forma que cualquiera pueda encontrar lo que busca rápidamente. ¿Suena bien? Sí. ¿Puede salir mal? También. Pero vamos por partes.

¿Por qué deberías usar esta estrategia?

Porque las personas consumen contenido de maneras distintas. Algunos usuarios prefieren un buen video que les explique todo en 2 minutos, mientras que otros necesitan un ebook de 20 páginas para convencerse. Y, claro, están los que solo quieren una infografía bonita que puedan compartir en redes. Esta estrategia te permite cubrir esos diferentes hábitos de consumo al presentar opciones organizadas y accesibles.

En resumen, es como ofrecer un menú variado donde cada usuario puede elegir el platillo que más le apetezca, sin sentirse obligado a consumir todo el menú.

Cómo funciona (paso a paso):

  1. Define tus formatos principales: Identifica los tipos de contenido que produces (artículos, videos, ebooks, infografías, webinars, podcasts, etc.).
  2. Crea categorías claras: Diseña secciones específicas para cada formato, asegurándote de que los usuarios puedan navegar fácilmente entre ellas.
  3. Organiza tu contenido dentro de estas categorías: Usa etiquetas o filtros adicionales si tienes muchos recursos en un mismo formato. Por ejemplo, dentro de “Videos”, podrías agruparlos por temática (SEO, marketing, UX, etc.).
  4. Hazlo visualmente atractivo: Un buffet no solo debe ser variado, también debe lucir ordenado y apetecible. Usa un diseño limpio, íconos o imágenes representativas para cada formato.

Ventajas de la categorización por formato:

• Simplicidad: Es fácil de implementar y comprender, tanto para los usuarios como para el equipo encargado de gestionarlo.

• Variedad: Refleja que tu marca tiene recursos para todos los gustos y necesidades, proyectando una imagen de versatilidad y amplitud.

• Accesibilidad: Facilita que los usuarios encuentren rápidamente el contenido que prefieren consumir, sin perder tiempo navegando por temas que no les interesan.

Inconvenientes que podrían surgir:

• Falta de conexión temática: Si tus contenidos no están relacionados entre sí o carecen de un hilo conductor, tu buffet podría parecer más un archivo desordenado que una estrategia bien diseñada.

• Producción demandante: Para que esta estrategia sea efectiva, necesitas una variedad de formatos actualizados y en constante rotación. Eso significa más videos, más ebooks, más de todo.

• Desafíos en la navegación: Si el diseño o la estructura no están bien pensados, los usuarios podrían sentirse perdidos o frustrados al intentar encontrar algo específico.

¿Es para ti?

Esta estrategia es ideal si ya cuentas con una amplia gama de formatos de contenido o planeas diversificar tu oferta. También es perfecta si tus usuarios tienen diferentes hábitos de consumo y quieres asegurarte de que todos encuentren algo que les guste.

Sin embargo, el éxito de esta estrategia depende de su ejecución. Un buffet mal organizado, con opciones repetitivas o poco atractivas, puede desalentar a tus visitantes en lugar de conquistarlos. Por eso, asegúrate de mantener tu oferta fresca, organizada y siempre pensando en la experiencia del usuario.

La categorización por formato puede ser una herramienta poderosa para mostrar tu versatilidad y mejorar la accesibilidad de tu contenido. Solo recuerda: un buffet desordenado no solo ahuyenta a tus comensales, también perjudica la reputación de tu restaurante.

el sitio web de moz categoriza su contenido por formato en su sección de recursos
El sitio web de Moz categoriza su contenido por formato en su sección de recursos. Ofrecen guías, videos, webinars y artículos, cada uno en su propia categoría. Esto permite a los usuarios seleccionar el tipo de contenido que prefieren consumir, facilitando el acceso a la información según sus preferencias.

3. Por Personae: El “querido usuario” en acción

¿Has oído hablar de los personae? Son como esos perfiles ideales de clientes que creamos para entender mejor a quién le hablamos… aunque a veces ni siquiera nosotros mismos sabemos exactamente qué quieren. Sin embargo, cuando se hace bien, categorizar tu contenido por personae puede transformar la experiencia del usuario, haciéndola más relevante y personalizada.

¿Por qué vale la pena intentarlo?

Porque a nadie le gusta sentirse como una cifra más en una lista de correos. Los personae te permiten hablarle directamente a cada tipo de usuario, adaptando el tono, los temas y las soluciones a sus necesidades específicas. Esto no solo mejora la conexión con tu audiencia, sino que también puede hacer maravillas con tus conversiones.

Es, básicamente, un “tú me entiendes” llevado al nivel del marketing de contenidos.

Cómo funciona esta estrategia:

  1. Identifica a tus personae principales: Haz un perfil detallado de tus tipos de clientes. Por ejemplo:

• María la Analista: Le interesa el “cómo” y necesita datos duros.

• Carlos el Decisor: Busca soluciones rápidas y resultados claros.

• Luis el Explorador: Está investigando y quiere saber un poco de todo.

  1. Crea rutas de contenido personalizadas: Piensa en cada etapa del viaje del usuario y asegúrate de que haya algo relevante para cada personae. Desde artículos introductorios para “Luis” hasta estudios de caso profundos para “María”.
  2. Etiqueta y organiza: Cada contenido debe estar claramente identificado para su público objetivo. Ya sea a través de etiquetas en el blog o secciones específicas del sitio, asegúrate de que cada personae encuentre fácilmente lo que necesita.
  3. Optimiza constantemente: Usa datos para ajustar las rutas y crear nuevas piezas de contenido que se adapten a los cambios en las necesidades de tus clientes.

Ventajas de categorizar por personae:

• Relevancia: Los usuarios sentirán que cada contenido fue creado específicamente para ellos. Esto no solo mejora su experiencia, sino que también incrementa su confianza en tu marca.

• Mejor conversión: Al guiar a cada personae a través de un recorrido pensado para sus necesidades, aumentas las posibilidades de lograr el objetivo deseado (suscripciones, ventas, descargas, etc.).

• Insights valiosos: Analizar cómo interactúan tus personae con el contenido te dará pistas sobre lo que realmente funciona y lo que no.

Inconvenientes (porque no todo es perfecto):

• Esfuerzo inicial considerable: Requiere tiempo y recursos definir tus personae, mapear sus recorridos y organizar el contenido.

• Dependencia de datos confiables: Si tus personae no están basadas en investigación sólida, podrías acabar diseñando estrategias para usuarios que ni siquiera existen.

• Necesidad de actualización constante: A medida que cambian las necesidades y comportamientos de tus usuarios, tendrás que ajustar las rutas y el contenido para mantener la relevancia.

¿Es para ti?

Esta estrategia es perfecta para empresas B2B, marcas con ciclos de compra largos, o aquellas que tienen audiencias bien definidas y diferenciadas. Por ejemplo, si eres una consultora que ofrece servicios a ejecutivos, analistas y startups, crear rutas personalizadas puede ser tu as bajo la manga.

Sin embargo, si vendes productos más sencillos o tienes una audiencia muy homogénea (como calcetines de colores), probablemente este enfoque sea innecesariamente complicado.

Categorizar por personae es el camino para quienes buscan la personalización máxima y están dispuestos a invertir en entender a su audiencia. Si lo haces bien, cada usuario sentirá que le hablas directamente, como si supieras exactamente lo que está buscando. Pero cuidado: si tus personae no son precisas o tu sistema es demasiado rígido, podrías terminar frustrando a los mismos usuarios que querías conquistar.

salesforce utiliza la categorización por personae en su sección de recursos
Salesforce utiliza la categorización por personae en su sección de recursos. Ofrecen contenido específico para diferentes roles, como ventas, marketing y servicio al cliente. Al segmentar el contenido según el perfil del usuario, proporcionan información más relevante y personalizada para cada tipo de cliente.

4. Por nivel de conocimiento: ¿Aprendices o Gurús? Tú decides

Bienvenidos a la academia de contenidos donde tú eliges el grado de complejidad. Clasificar por nivel de conocimiento —principiantes, intermedios y avanzados— convierte tu estrategia en una especie de guía educativa. Sin títulos rimbombantes ni exámenes finales, pero con la misma promesa: llevar al usuario de cero a experto, un clic a la vez.

¿Por qué es útil?

Porque no todos los usuarios están en el mismo punto de su viaje. Algunos apenas están aprendiendo, mientras que otros ya dominan los fundamentos y buscan respuestas más técnicas o avanzadas. Ofrecer contenido estructurado por nivel no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también posiciona a tu marca como un recurso confiable y didáctico.

Es, en esencia, como ser el profesor favorito que siempre tiene algo interesante que enseñar, sin importar si tu alumno está empezando o ya es un experto.

Cómo funciona (paso a paso):

  1. Identifica los niveles de conocimiento de tu audiencia: ¿A quiénes quieres ayudar? Por ejemplo:

• Principiantes: Buscan explicaciones básicas y prácticas.

• Intermedios: Conocen los fundamentos y quieren profundizar.

• Avanzados: Necesitan detalles técnicos, estrategias complejas o casos de estudio.

  1. Crea secciones claras en tu sitio: Diseña categorías como “Nivel Básico”, “Nivel Intermedio” y “Nivel Avanzado”. Si lo prefieres, usa nombres más atractivos, como “Primeros Pasos”, “Perfecciona tu Técnica” y “Domina el Tema”.
  2. Organiza el contenido: Clasifica cada pieza según su nivel. Usa títulos y descripciones que capten la atención del usuario adecuado, dejando claro qué pueden esperar de ese contenido.
  3. Promueve la progresión: Incluye llamados a la acción que animen a los usuarios a avanzar al siguiente nivel. Por ejemplo, si terminan un artículo básico, sugiere uno intermedio.

Ventajas de esta estrategia:

• Educación progresiva: Ofreces un recorrido claro que permite a los usuarios avanzar en su conocimiento de manera estructurada y lógica.

• Fidelización: Los usuarios regresan para seguir aprendiendo a medida que crecen sus necesidades o habilidades.

• Autoridad en la industria: Te posicionas como un referente en tu campo, capaz de aportar valor tanto a principiantes como a expertos.

Inconvenientes (porque no todo es perfecto):

• Complejidad inicial: Para que esta estrategia funcione, necesitas una cantidad significativa de contenido bien desarrollado para cada nivel.

• No es para todos los negocios: Si tu producto o servicio no requiere una curva de aprendizaje (por ejemplo, calcetines de colores), esta estrategia puede ser un esfuerzo innecesario.

• Demanda tiempo y recursos: Crear contenido de calidad que realmente eduque lleva tiempo, especialmente si necesitas adaptarlo a diferentes niveles.

¿Es para ti?

Esta estrategia es ideal para negocios que manejan productos o servicios complejos, donde el conocimiento es una barrera para la adopción o el éxito. Es especialmente útil en sectores como la tecnología, la educación, el marketing o cualquier industria donde el aprendizaje continuo sea clave.

Si tu público necesita entender lo que ofreces antes de comprar (o necesita capacitación para usarlo), dividir el contenido por niveles puede ser una de las mejores inversiones que hagas.

Clasificar por nivel de conocimiento transforma tu estrategia de contenido en una experiencia educativa. Es perfecto para guiar a tu audiencia a través de su aprendizaje, establecerte como un experto en tu campo y mantener a los usuarios comprometidos. Pero si tu negocio no requiere educar a tus clientes o si los recursos son limitados, tal vez esta no sea la estrategia adecuada para ti.

Piensa en esto como un compromiso a largo plazo: si estás dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo en la creación de contenido didáctico, los resultados podrían ser tan sólidos como la confianza que tus usuarios depositarán en tu marca.

khan academy organiza su contenido educativo por niveles de conocimiento
Khan Academy organiza su contenido educativo por niveles de conocimiento. Ofrecen cursos y lecciones que van desde principiantes hasta avanzados en diversas materias. Esta estructura permite a los usuarios seleccionar el nivel adecuado según su experiencia y conocimientos previos, facilitando un aprendizaje progresivo.

Categorizar tu contenido no solo organiza mejor tu sitio o tu estrategia, sino que también mejora la experiencia de tus usuarios y optimiza tus resultados en SEO. Y si además combinas diferentes enfoques —por ejemplo, clusters temáticoscon rutas por personae—, podrías crear un ecosistema editorial dinámico, relevante y altamente efectivo.

La clave está en alinear tus esfuerzos con las necesidades de tu audiencia y los objetivos de tu marca. No se trata de producir por producir, sino de trabajar con propósito. Cada pieza de contenido debe tener un lugar y una función específica dentro de tu estrategia global.

¿Listo para empezar? Aquí tienes unos pasos para poner manos a la obra:

  1. Analiza tu contenido actual: ¿Qué tienes? ¿Cómo está organizado? ¿Qué le falta para alinearse con alguna de estas estrategias?
  2. Define tu público y objetivos: Conoce a tu audiencia, sus preferencias y necesidades. Esto te ayudará a elegir el enfoque adecuado.
  3. Diseña tu estructura: Decide si clasificarás por formatos, niveles, personae, o si te aventurarás en un clustertemático. Piensa también en cómo combinar diferentes métodos si es necesario.
  4. Crea y optimiza: Cada pieza de contenido debe ser clara, valiosa y responder a un objetivo específico dentro de tu estrategia.
  5. Evalúa y ajusta: Usa herramientas de analítica para medir qué funciona y qué no. Ajusta tu estrategia en consecuencia.

Recuerda: una estrategia de contenido bien categorizada no solo atrae a más usuarios, sino que también los convierte en clientes fieles. ¡Es hora de transformar tu contenido en una herramienta poderosa para tu marca! 💪