La inteligencia artificial está avanzando a pasos agigantados y cada vez sorprende más. Esta vez fue el escritor francés Hervé Le Tellier, ganador del Premio Goncourt (el más importante de la literatura francesa), quien se enfrentó a ChatGPT en un experimento literario organizado por la revista francesa Le Nouvel Observateur (“Le Nouvel Obs”, para los amigos). El objetivo: escribir una historia de ficción con la misma premisa y ver qué tan lejos puede llegar la máquina.
El resultado fue impactante. Tanto, que el propio Le Tellier quedó sorprendido con la calidad del texto generado por IA. Esto abre una pregunta inevitable: ¿qué rol tendremos los humanos en la creación de contenido cuando la tecnología ya puede escribir de forma tan competente?
El match del siglo – Goncourt vs. el bot entrenado con Shakespeare
Le Tellier aceptó el reto: escribir un cuento policiaco de 3000 caracteres. Las condiciones eran claras: el relato debía comenzar con la frase “Encontró en su oficina el cadáver del escritor” y terminar con “Todo está perdonado, pensó ella antes de desaparecer”. Ambos textos debían ser creados sin intervención externa, partiendo desde cero, y con un enfoque narrativo libre pero con coherencia, originalidad y efectividad como criterios principales. El equipo editorial de Le Nouvel Obs, junto con Le Tellier, se encargó de evaluar los resultados.
Lo que nadie vio venir fue que el bot, alimentado con Shakespeare, Tolstói y toneladas de datos, entregó un texto que sorprendió por su calidad. Tan decente que Le Tellier comentó: “¡Oh la vache! C’est bluffant!”, algo así como: “¡Vaya, es impresionante!”. Le Tellier, además de ganar el Goncourt, es miembro de OULIPO, un grupo literario conocido por sus ejercicios con restricciones. No es precisamente fácil impresionar a alguien que se divierte escribiendo novelas con reglas autoimpuestas.
Este resultado demuestra que la IA puede igualar, al menos en estructura y coherencia, a escritores humanos en ejercicios específicos. Si bien aún no tiene emociones ni intuición, el dominio técnico del lenguaje está cada vez más afinado.
Reflexiones sobre el futuro de la escritura
El caso de Le Tellier abre una reflexión sobre el papel de los escritores, redactores y creadores de contenido. Si la IA puede escribir ficción de calidad, también puede redactar artículos, contenidos web, e incluso textos persuasivos. Esto no significa el fin de la profesión, pero sí plantea un nuevo escenario donde la colaboración humano-máquina será clave.
La tecnología no sustituye la creatividad, pero sí puede automatizar tareas repetitivas, proponer ideas y ayudar a mejorar la eficiencia. Los profesionales que sepan integrar la IA en su proceso creativo tendrán una ventaja competitiva clara.
Vale la pena recordar que cuando apareció el fonógrafo se dijo que mataría a los músicos, que la fotografía acabaría con la pintura y que el cine terminaría con el teatro. Nada de eso pasó. ¿La IA va a acabar con la literatura? El escritor británico Roald Dahl ya había anticipado esta idea en 1953, cuando imaginó una máquina capaz de escribir novelas en 15 minutos. Los libros se abarataban, los escritores dejaban de escribir, la literatura se derrumbaba. ¿Estamos ahí? No. La IA sabe contar historias, pero no sabe por qué las cuenta. No tiene dudas, ni angustia, ni esa voz interior que empuja a escribir. Nunca ha amado, nunca ha sentido, nunca ha gritado, ni llorado, ni reído. Existe, pero no vive.
El propio Le Tellier señaló que los escritores deberán ser verdaderamente buenos, “no hacer jugo de calcetín”, si quieren justificar su derecho a existir. Porque, por ahora, ChatGPT no sostiene la narrativa de una gran novela… pero, ¿y mañana?
IA y SEO: aliados en la estrategia de contenido
En el mundo del SEO, la IA ya está presente. Desde la generación de textos para sitios web, hasta la optimización de contenidos, la tecnología está facilitando el trabajo diario. Herramientas como ChatGPT permiten crear borradores rápidos, estructurar ideas y proponer alternativas que luego pueden ser editadas y adaptadas por el profesional humano.
Hoy la IA puede generar snippets, títulos, esquemas de contenido y FAQs optimizadas, liberando tiempo para la estrategia y análisis de resultados.
La clave está en entender que la IA es una herramienta, no un reemplazo. Su uso inteligente permite enfocarse en lo estratégico, mientras la máquina se encarga de tareas mecánicas. La adaptación es fundamental en un entorno cambiante, donde la tecnología evoluciona a un ritmo acelerado.
Así como en la literatura, en el SEO la IA también reta a los creadores de contenido a aportar verdadero valor.
El experimento con Le Tellier es una muestra de lo que la IA ya puede hacer. Lejos de temerle, es momento de aprender a trabajar con ella. La creatividad humana sigue siendo insustituible, pero ahora tiene un aliado poderoso para mejorar y acelerar procesos.
La IA ya escribe. La pregunta es: ¿seguiremos leyendo lo que escribe, o aún buscamos historias que solo un humano puede contar?