Google lanza productos 3D generados por IA

Una imagen vale mil clics. Pero un modelo 3D vale mil visitas menos a tu sitio.

Durante años nos esforzamos por mejorar la experiencia de compra online. Optimizamos fichas de producto, escribimos descripciones que ni Borges, afinamos datos estructurados, y exprimimos la velocidad de carga como si fuera un KPI con alma. Y justo cuando pensábamos que teníamos el control, Google aparece con su IA generativa y sugiere, sutilmente, que todo eso ya no valió la pena.

Con unas simples imágenes 2D, su nuevo modelo (porque ahora los modelos no solo modelan datos, también zapatillas) genera visuales 3D interactivos listos para integrarse directamente en las SERPs. ¿Resultado? Tu ficha de producto, cuidadosamente diseñada, pasa a ser… una sugerencia secundaria. El usuario ya puede rotar, examinar, casi oler el producto sin pisar tu web.

Y eso, para Google, es UX.
Para ti, es una reducción silenciosa del tráfico comercial.

De los píxeles a la experiencia sensorial

Ya no se trata de mirar. Se trata de tocar sin tocar. El usuario, ese ser cambiante que una vez hacía clics como si fueran dulces, ahora se queda en la SERP. No porque no quiera entrar a tu web, sino porque ya no lo necesita.

¿Dudas entre dos pares de tenis? Rotación 360°. Zoom digital. Comparación visual sin esfuerzo. Como si la página de resultados fuera un probador virtual… y tu sitio, el vestidor cerrado con foco fundido.
Google convierte su interfaz en un showroom, con iluminación perfecta, sin banners molestos ni tiempos de carga.

google i:o 2025 product

Bienvenido a la economía del no-clic.
Donde se compra sin salir, se decide sin consultar, y se interactúa sin reconocerte.

Las implicaciones SEO que nadie quiere oír (pero deberías gritar)

No estamos hablando de una simple funcionalidad. Estamos hablando de un rediseño sutil del túnel de conversión. Uno donde tu marca aparece, pero no participa. Donde el SEO ya no sirve solo para rankear… sino para alimentar el renderizado de Google.

¿Y qué implica eso, querido colega optimizador?

  • Nuevos marcados de datos estructurados que aún no existen pero pronto serán obligatorios.
  • Señales de UX que quizás ya se estén midiendo: ¿cuánto tiempo pasa un usuario interactuando con un modelo 3D? ¿Eso impacta en el ranking?
  • El dilema de siempre: añadir contenido enriquecido… sin sacrificar la velocidad de carga. Porque claro, si se tarda, pierdes. Si no se ve, pierdes también. Una especie de doble vínculo técnico con aroma a penalización disfrazada de recomendación.

Y no es una paranoia. Basta ver cómo Google valora los snippets enriquecidos o los Core Web Vitals. Aquí hay otro de esos movimientos silenciosos donde la innovación se camufla de consejo… y se transforma en estándar sin que nadie haya votado.

El futuro del e-commerce podría no incluir tu sitio

Con la generación automática de visuales ricos, Google se libera de ti. Puede construir experiencias de compra sin que tú siquiera te enteres. ¿Demasiado drástico? Tal vez. Pero mira las señales: Merchant Center, Google Shopping, resultados locales enriquecidos… Todo apunta hacia un punto final lógico: Google como plataforma de compra, no solo de consulta.

Y si eso sucede, la pregunta ya no será “¿cómo llevar tráfico a mi e-commerce?”, sino “¿cómo seguir existiendo dentro de un entorno donde ya no soy necesario?”. Porque si la interacción ocurre dentro del buscador, si la decisión se toma ahí mismo, tu sitio se convierte en una fuente pasiva de datos.

Una base de entrenamiento para el próximo modelo.
Una ficha más en el showroom.
Un ghostwriter del e-commerce.

La IA generativa no es solo eficiencia. Es hegemonía.

Claro que puedes producir contenido más rápido. Visuales más inmersivos. Simulaciones de producto. Experiencias aumentadas. Y eso está bien. Pero si todos producimos a la misma velocidad, el diferenciador no será la producción… será el control del canal.

Y adivina quién lo tiene.

Google puede generar visuales 3D de productos que nunca vio en persona. Puede montar una interfaz que simula la tienda sin mostrarla. Y puede hacerlo mejor que tú, porque tiene el contexto de búsqueda, el historial del usuario, los benchmarks del sector… y cero necesidad de pedirte permiso.

El SEO como engranaje invisible (pero aún necesario)

Paradójicamente, el SEO sigue ahí. Silencioso. Técnico. Estratégico. Invisible. Porque si esos contenidos visuales no se integran bien, si no están marcados, estructurados, optimizados… no aparecerán. O no destacarán. O simplemente serán ignorados.

Y entonces sí, volverás a tener el control.
El control sobre lo que nadie ve.